miércoles, 19 de mayo de 2010

Poemas




Poemas…
Ardua tarea la de tejer y destejer
el manto nocturno que nos dé cobijo y abrigo.
Inútil labor la de inventar noches
que sobrevivan al vacio alveolar
del olvido.
Aceptar la facilidad del hábito,
consumar cada semana
el rito,
la mística celebración nocturna
oficiada en los altares raídos
de los tugurios de Berlín,
entre locos, solitarios y desesperados,
a sabiendas de que es inútil cualquier ceremonia.
Se borrarán todos los gestos,
también se perderá el eco de nuestras voces,
las notas desacompasadas de nuestros pasos
por las calles,
las cálidas miradas,
las palabras nocturnas
perfumadas de güisqui…
No existen conjuros para evitar
el crimen inexorable del futuro.

Para evocarlos
Nunca habrá palabras.
Para mirarlos
Siempre ha habido tiempo.
Para olvidarlos
Se inventó el mañana.
Al recordarlos
Vibra el pulso inquieto.
Los ojos de un niño
Brillan como espejos,
Donde esparce la vida,
A voces, sus secretos.

Coger la maleta y salir sin rumbo
apenas una muda y dos paquetes de tabaco,
una guía de caminos perdidos
y un devocionario del olvido:
de los recuerdos
leña para el mañana,
de los paisajes
luz para el camino,
y después
la fuga,
el regreso a un tiempo
que nunca se fue del todo:
escribir en una servilleta de terraza parisina
el poema más breve y más exacto
y más leve,
retomar la pluma
y desde la ciudad de la periferia
convertirla en hogar transeúnte,
demorar las palabras
y no perder nunca
la imaginación
ni la palabra
que nos elevarán a la cima
desde donde divisaremos siempre
nuevos horizontes

1 comentario:

  1. Muy bien elegida la fotografía, al relerlos después de este tiempo me siguen pareciendo hermosos

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